ACTIVIDAD FÍSICA, SALUD Y CALIDAD DE VIDA
Si nos preguntasen a cualquiera de nosotros por la relación e influencia de la actividad física, la salud y calidad de vida, daríamos un sin fin de ideas y todas ellas válidas.
Posiblemente diríamos que salud tiene que ver con la ausencia de enfermedad, que la calidad de vida tiene que ver con aportar bienestar a salud, y que la actividad física, el deporte, la Educación Física, contribuyen positivamente por los beneficios físicos y por la creación de hábitos que suele llevar consigo ya sean de higiene, salud o alimenticios.
Hasta aquí, todos estaríamos más o menos de acuerdo. Podríamos aportar alguna idea más, pero lo cierto y verdad es que hasta hace relativamente poco tiempo, nos hemos estado centrado en la "salud física", dejando casi olvidada las salud mental.
La
Organización Mundial de la Salud (O.M.S.)
en su Carta Magna definió la salud como: "el estado
de completo bienestar físico, mental y social, y no solamente
la ausencia de afecciones o enfermedades". Para autores
como P. K. Johnson la salud es "la suma de la
salud básica, hábitos de vida sanos y ejercicio físico".
En
1994, la OMS propuso la siguiente
definición de Calidad de Vida: "Percepción personal de un individuo
de su situación en la vida, dentro del contexto cultural y de
valores en que vive, y en relación con sus objetivos,
expectativas, valores e intereses".
Teniendo claro estos conceptos, la Educación Física, ocupa y debe ocupar un papel relevante en el mantenimiento y mejora de la salud y la calidad de vida. Hablamos de Educación Física, aglutinando en el término polisémico todo el componente de deporte, ejercicio y actividad física por un lado, y por otro, la parte de educación en el uso correcto, la creación de hábitos saludables, en definitiva educar.
Entre muchas razones, destacamos 3 de ellas siguiendo a Mike Sleap, que indican
la conveniencia de un enfoque dirigido hacia la salud en la Ed. Física:
La contribución de la EF al crecimiento y
desarrollo equilibrado de los alumnos.
Aprendizaje de hábitos y rutinas positivas y
beneficiosas contra el sendentarismo.
El ejercicio físico como medio preventivo de
accidentes cardiovasculares.
Citaremos además, algunos de los beneficios concretos que supone la práctica física:
Sobre el sistema Cardiovascular.
Aumento del
tamaño del corazón.
Mayor movimiento
sistólico.
Disminución de la
frecuencia en reposo.
Mejora de la
irrigación sanguínea.
Disminución del
riesgo de enfermedades coronarias.
Sobre el sistema respiratorio.
Aumento de la
capacidad pulmonar.
Se contrarrestan
los efectos negativos de la contaminación
Se robustece la
musculatura del tórax y trabaja más eficazmente.
Mejora la
ventilación pulmonar.
Sobre el sistema locomotor.
Aumento de la
masa muscular (mayor fuerza).
Aumenta la
capacidad de contracción muscular.
El músculo resiste
mejor la fatiga.
Fortalece la
estructura ósea.
Mejora la
movilidad articular.
Mejora la actitud
postural.
Evita la atrofia
y la obesidad.
Sobre el sistema nervioso.
Se produce una
mejora de la capacidad orgánica de respuesta general ya que dicho sistema está
implicado en todo movimiento.
Se activan y
ejercitan una mayor cantidad de unidades motoras.
Mejora la
coordinación neuromuscular.
Otros efectos.
Mejora el
funcionamiento metabólico general.
Combate la fatiga
crónica y el insomnio.
Ejerce una influencia
positiva ante la enfermedad, en aspectos como la estimación de sí mismo, la
motivación, etc.
Contribuyen a la
autonomía de la persona en su vida individual y social.
Mejora de la
autonomía y la autoestima.
En definitiva, así como los conceptos de salud y calidad de vida han ido evolucionando, la EDUCACIÓN Física, debe saber dar respuesta a los nuevos tiempos y demandas de la sociedad actual. Desde
la escuela y la familia se debe potenciar en el niño los hábitos de
alimentación, higiene, ejercicio físico... encaminados al logro de estilo de
vida saludable, de tal manera que el niño vaya alcanzando un grado cada vez
mayor de autonomía en el cuidado de su cuerpo.
Hemos
de ser conscientes que existe un cierto riesgo con la práctica de actividad
física, pero por lo contrario, los beneficios físicos y fisiológicos, que
podemos obtener mediante la realización de ejercicio físico, superan en creces
estos inconvenientes, además de la mejora en la nuestra autoestima y el
autoconcepto.
No podemos dejar de lado tampoco la importancia de la salud mental y poder trabajarla también. Cada vez son mayores las aportaciones de la educación emocional y por tanto la inteligencia emocional. Ejemplos cercanos en este sentido, hemos tenido en la última olimpiada con Simon Biles, quien tuvo que abandonar la competición por problemas de
ansiedad y exceso de presión, haciendo declaraciones ella misma durante los
propios juegos como: “Tengo que centrarme en mi salud mental”.
Por todo ello, termino con una frase de Meléndez,
en la que dice que: “no hay que darle años a la vida, sino vida a los
años", y la que yo añado que busquemos los dos, más años y más vida en ellos.
Salud y EDUCACIÓN Física.